HOJA DE RUTA ELECTORAL (XXX)

 

HOJA DE RUTA ELECTORAL (XXX)

Octavio Lepage

De nuevo la oposición tropieza con la determinación de Chávez de no reconocer derrotas electorales. Perdió (52 % a 48%) las elecciones 26S; y desde el mismo momento del descalabro, maniobró para aparecer como triunfador. El escenario escogido para montar su trampa es la Asamblea Nacional saliente, con mandato institucional agotado. Obedeciendo órdenes superiores esa Asamblea Nacional moribunda ha venido discutiendo atropelladamente leyes violatorias de letra y espíritu de la Constitución Nacional; y se prepara para elegir magistrados del Tribunal Supremo de Justicia que ni siquiera llenan los requisitos constitucionales exigidos para alcanzar tan elevada y respetada posición. Al mismo tiempo, dos (2) diputados electos y proclamados están sometidos a régimen de casa por cárcel en violación flagrante de la Constitución (art. 200); y por si fuese poco, Chávez maniobra para que se le anule la credencial a cuatro (4) diputados de la alternativa democrática.

Esta vez equivaldría a suicidio político que la oposición permaneciere impasible ante nuevas violaciones de la Constitución, a semejanza de lo que sucedió cuando la derrota de Chávez en el referéndum del 2 de Diciembre del 2007. Se impone reaccionar y protestar con fuerza. En los veinticuatro (24) meses hasta las elecciones del 2.012, se va a librar la batalla definitiva entre la democracia y el moribundo modelo comunista cubano. La batalla es desigual. Chávez ha acumulado una impresionante concentración de poder, que maneja sin ningún tipo de controles. La oposición, en cambio, solo cuenta con el arma de la acción política. Sin embargo, a pesar de lo “escuálido” de esa arma, la alternativa democrática derrotó (52% a 48%) a Chávez el 26S; y lo tiene turulato ante la perspectiva electoral del 2.012. Por otra parte, cuenta con 65 diputados (67 si se suman los 2 del PPT) en la nueva Asamblea Nacional; y serían más si no se hubiese reformado la legislación electoral para que el sumiso CNE pudiera alterar la configuración de los circuitos electorales.

Esta batalla política hay que librarla con todos los hierros dentro y fuera de Venezuela. Por recomendación de La Habana, Chávez ha iniciado una campaña en gran escala con el doble propósito de sembrar miedo entre la gente y tratar de convencerla de la inutilidad de las elecciones como instrumento de cambio político. Las declaraciones inauditas del empequeñecido general en jefe son expresión de esa campaña desmoralizante. Tanto es así, que en lugar de darle de baja, como correspondía, se le acordó un ascenso reservado a generales que hayan acumulado méritos excepcionales.

La oposición dispone de veinticuatro (24) meses para contrarrestar esa campaña chavista amenazadora y confucionista. Tendrá que ser un combate cívico, recio, sin descanso, todos los días, todas las horas hasta las elecciones del 2.012.

De la batalla en el ámbito internacional hablaremos en próxima entrega.

Caracas, 23 de Noviembre del 2.012