Es hora de pasar la página. Sí, perdimos
las elecciones y no podemos hacer nada para cambiar eso. Llegó el
momento de acabar con el autoengaño que muchos se han impuesto, diciendo
que si las máquinas del CNE estaban conectadas con una laptop en la
casa de Fidel Castro y este iba cambiando cada voto de Capriles a favor
de Chávez. Somos minoría y, como lo dijo en un tremendo artículo en Correo del Caroní
el jueves pasado el compañero René Solla, la clave es aceptarlo. Si no
entendemos esa realidad, no podremos cambiar la estrategia para, por
fin, lograr ganar electoralmente, que es la única vía democrática que
políticamente es razonable porque no genera quebraderos de cabeza
posteriores.
Ya pasada la página del 7 de octubre,
debemos pensar en no dejarnos quitar los espacios conquistados, y buscar
la manera de ganar otros. Hablo, por supuesto, de las elecciones a
gobernadores y diputados a consejos legislativos de los estados.
Debemos convertir las elecciones de 7 de
octubre en un muro de contención. Defender la descentralización, como
ha dicho Ramón Guillermo Aveledo, pero además enviar un mensaje al
gobierno chavista, diciéndole que estamos vivos, vivos y luchando, que
no vamos a entregar el país. Hay que hacer lo imposible por mantener las
gobernaciones de Nueva Esparta, Carabobo, Zulia, Miranda, Táchira, Lara
o Monagas. Pero además, hay que buscar ganar nuevos espacios. Lograr
que Barreto Sira en Anzoátegui, Mardo en Aragua, Olivares en Vargas,
Velásquez en Bolívar, y tantos otros que dejo afuera por razones de
espacio, derroten a los candidatos paracaidistas impuestos a dedo por
Chávez.
Pero para ello, hay que asumir muchas
cosas. Primero, hay que analizar, con ojo crítico, pero objetivo, los
errores que se pudieron haber cometido en las elecciones del 7 de
octubre.
Lo primero que hay que ver es que las
clases sociales C y D siguen votando ciegamente por la opción chavista.
Luego, la estrategia debe variar significativamente a dirigir la campaña
hacia ese sector. El ejemplo que siempre pongo es el de Antonio Ecarri
en Caracas: este casi le ganó al chavismo en 2010, dirigiendo su
atención a los sectores más desposeídos que aún creen en la palabra del
militar de Sabaneta. Como advirtió Henry Ramos Allup, en los sectores
populares la votación porcentual de la oposición disminuyó entre siete y
nueve por ciento, con relación a las elecciones parlamentarias. Eso hay
que corregirlo urgente. De inmediato. La campaña se debe hacer cara a
cara, puerta a puerta, en los sectores populares, explicando con
verdadera sinceridad cuál es el plan de gobierno y por qué es el
adecuado para cada región. Llegó la hora de olvidarnos de hacer campaña
por televisión, y pasar a hacerla en la calle. Necesitamos candidatos
con llegada a los sectores populares, que le roben votos al bloque
chavista.
Otra cosa viene con la inclusión. Para
nadie es un secreto que, en estas elecciones, se dieron no pocos
problemas con la coordinación de testigos electorales, gracias a la
actitud cerrada del coordinador del Comando Venezuela. Hay que evitar
que pasen nuevamente cosas como las ocurridas en las pasadas campañas:
se negaron credenciales a testigos que iban por partidos políticos
diferentes al del coordinador del Comando, se intentó apartar de la
campaña y el resguardo de mesas a militantes de estos partidos, lo que
dio como resultado muchas mesas sin testigos. Mucho más que en las
elecciones parlamentarias. Hay que evitar, a como dé lugar la exclusión.
Es necesario y obligatorio actuar con apertura. Nadie puede solo.
Nadie. Hay que hacer las cosas de otra manera. Hay que empezar por
asumir que queremos, y ofrecemos, un verdadero cambio con respecto a la
propuesta chavista. Si creamos hegemonías de este lado estaríamos
construyendo un chavismo sin Chávez, y eso es imperdonable. Por ello,
esa bendita manía de atacar a lo que ahora llaman la “vieja política”
hay que acabarla de plano. O nos juntamos todos y trabajamos en conjunto
o Chávez nos derrotará de nuevo.
A asumir los errores, mejorarlos y construir mayoría. Ese es el llamado
Manuel Rojas Pérez
Miembro del Buró Nacional de Profesionales y Técnicos de AD
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